Yuriko98

El ambiente en el Bosque del Dragón Azul estaba tenso. Cerca de cien elementales entraron en él para poder realizar sus sueños, pero más de la mitad volvería a casa con las manos vacías. En cuestión de minutos, todos estaban en diferentes sectores del oscuro bosque, buscando los tótems que los llevaría un paso más cerca del codiciado campeonato. La gran mayoría optó por ir por su cuenta, pero otros formaron pequeños grupos. Tal fue el caso de Espika y Finster. Ambos elementales entraron al bosque corriendo, sin tener exactamente un plan para obtener sus dos tótems. Contaban

    A tense mood reigned over the Azure Dragon Forest. Nearly a hundred elementals had gone into the forest as their first step in making their dreams and ambitions come true. Half of them, however, would return home empty-handed. In a matter of minutes, every participant was in different areas of the dark woods, in search of the totems that would allow them to be one step closer towards classifying for the tournament. Most elementals went their own way, but others formed teams.    Such was the case of Espika and Finster.    Both elementals rushed into the forest, without a specific plan to get their two required totems. They had only 120

It was an early morning on the 15th of September. On this day, the first elimination round of the 33rd League of Elementals would take place. Hundreds upon thousands of youths and adults signed up for the opportunity of taking part in the most prestigious event of the Kingdom of Shiho, celebrated every five years. Glory. Fame. Unimaginable riches. Whoever prevailed over the rest would no longer have worries in their lives and their names would be engraved permanently in the annals of the Kingdom’s history. Reaching the finals would be no easy task. As the name of the tournament suggested, every single one of the participants were elemen

Era una mañana del 15 de septiembre. En esta fecha particular daría comienzo la primera ronda eliminatoria de la XXXIII Edición de la Liga de los Elementales. Cientos de miles de jóvenes y adultos se habían inscrito para la posibilidad de participar en el evento más prestigioso del Reino de Shiho, celebrado cada cinco años. Gloria, fama, riquezas incalculables. Todo aquel quien triunfara sobre el resto tendría la vida solucionada y su nombre grabado de forma permanente en la historia del reino. No obstante, no sería fácil llegar a la final. Como el nombre del torneo sugería, todos los par